¿De qué se trata y cómo nos ayuda?
CUERPO Y MENTE
La inteligencia sensorial pone el foco en la relación de cuerpo-mente /mente-cuerpo. Las personas somos un todo indivisible: seres físicos, psíquicos y emocionales al mismo tiempo. Mente y cuerpo son lo mismo. Nuestras sensaciones, nuestras emociones y nuestros estados de ánimos influyen en cómo entendemos y comprendemos la información que captamos. Es fundamental, por lo tanto, darle lugar y entidad a la inteligencia sensorial, que es aquella que nos permite utilizar nuestros sentidos para adquirir conocimientos y tener comprensión del entorno. Vista, oído, gusto, tacto y olfato son los sentidos que nos posibilitan entender y registrar a nuestro cuerpo y su relación con el cerebro. Para desarrollar la inteligencia sensorial tenemos que aprender a sentir y a escuchar qué dice nuestro cuerpo.
5 SENTIDOS, 5 FORMAS DE ESCUCHAR NUESTRO CUERPO
- VISTA. A través de nuestros ojos podemos analizar objetos y situaciones. Vemos formas, imágenes, colores…
- OÍDOS. Nuestros oídos son vehículo para escuchar y procesar toda la información auditiva: sonidos, conversaciones, palabras, música, etc.
- TACTO. El tacto nos permite percibir texturas, volúmenes y temperaturas. También nos brinda habilidades de coordinación, equilibrio, flexibilidad, destreza, etc.
- GUSTO. El gusto nos da la posibilidad de saborear y descubrir diferentes sabores en las comidas y bebidas.
- OLFATO. Nuestro olfato a través de la nariz nos da la posibilidad de conocer aromas e identificar olores.
Es a través de nuestros sentidos que podemos explorar y sentir cosas nuevas o diferentes. Con esta conexión corporal el cerebro recibe esa información y nos permite tomar decisiones y adaptarnos a nuestro entorno. Una vez más: cuerpo y mente son lo mismo y trabajan interrelacionados.
DESDE NIÑOS A HOY
Nuestra inteligencia sensorial se desarrolla desde la infancia y juega un rol esencial en el desarrollo cognitivo: aprendemos y exploramos a través de las texturas, los olores, los sabores, etc. Cuando de niños interactuamos con el entorno a través de los sentidos estamos construyendo redes neuronales y fortaleciendo la capacidad de aprendizaje. Un clásico ejemplo es jugar con plastilina (se exploran las texturas y se desarrolla el sentido del tacto) o se escucha música para desarrollar el oído. ¿Qué pasa en la vida adulta? ¿Podemos desarrollar nuestra inteligencia sensorial? La respuesta es que sí se puede y es clave hacerlo. ¿Cómo? Un buena forma es a través de actividades que estimulen la conexión con nuestros sentidos como la práctica de yoga o meditación. Al realizar actividades que nos permiten potenciar nuestra conciencia corporal y la percepción de nuestros sentidos, estamos trabajando en el desarrollo de la inteligencia sensorial.
BENEFICIOS DEL DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA SENSORIAL
Desarrollar nuestra inteligencia sensorial es clave en varios aspectos y para todos los ámbitos donde nos desenvolvemos. Entre sus principales beneficios podemos mencionar:
- Estimula el pensamiento creativo. Al explorar a través de diferentes estímulos se potencia la imaginación y la originalidad.
- Mejora en la atención y la concentración. Tenemos un enfoque proactivo de todos los estímulos sensoriales. Captamos todo y nos focalizamos.
- Mejora en la memoria. Los estímulos sensoriales colaboran en la creación de conexiones neuronales y fortalecen la retención de información.
- Desarrollo de habilidades motoras. Con la estimulación sensorial colaboramos para fortalecer los músculos y potenciar la un coordinación.
- Desarrollo de las habilidades sociales. Los estímulos sensoriales son vehículo de comunicación y expresión.
Fuente: Experta